Tanto el presidente Trump como el candidato Joe Biden creen que el pueblo venezolano “debe recuperar su democracia” y que EE.UU. debe liderar esa lucha. Concuerdan en que el presidente en disputa Nicolás Maduro es un “dictador”, y apoyan ampliamente a Juan Guaidó como presidente encargado. Sin embargo, Trump sostiene su política de "máxima presión" contra Maduro, mientras que Biden apuesta por un “balance” entre sanciones y “empoderamiento” de los venezolanos. John Pence, asesor y portavoz de la campaña de reelección de Trump comentó que a través del liderazgo del presidente Trump se creó una coalición mundial para apoyar a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y para presionar a Nicolás Maduro. En los últimos meses, la estrategia de presión estadounidense se ha basado en sancionar a funcionarios y empresas estatales; además, ha ofrecido 15 millones de dólares por información que lleve a la captura del propio Maduro, a quien acusa de liderar el Cártel de los Soles. En estos momentos, una intervención militar no parece realista, pero hace un año, Washington insistía en que todas las opciones estaban sobre la mesa. En cualquier caso, el Pentágono siempre descartó actuar sin el apoyo de los principales aliados en la región, Colombia y Brasil, que nunca mostraron interés públicamente en tomar parte en semejante operación. El vocero republicano resaltó el apoyo financiero, durante la administración Trump, a países en Sudamérica, para atender las necesidades de millones de migrantes y refugiados venezolanos.