En la carrera por producir una vacuna para acabar con la pandemia mundial de COVID-19, ocho competidores están al frente de la contienda. Los ocho están realizando pruebas en humanos en China, Estados Unidos, Inglaterra y Alemania. Detrás de ellos hay unas 94 en distintas etapas de desarrollo de una vacuna. Las ocho candidatas caen en una de tres categorías. CATEGORÍA #1: TÉCNICA CLÁSICA Activar el sistema inmunológico del paciente para que reaccione ante un virus, inyectándole una versión muerta de este. Tres grupos de investigadores chinos están haciendo pruebas con virus desactivados. CATEGORÍA #2: USAR UN VIRUS PARA COMBATIR OTRO Sea que ocasione COVID-19, ébola o el resfriado común, un virus es básicamente un sobre con instrucciones para crear más virus. En ésta innovadora estrategia para lograr una vacuna, los científicos eliminan las instrucciones de un virus y las reemplazan con instrucciones para crear solo una parte del coronavirus. Dos distintos grupos de China e Inglaterra están usando este enfoque. CATEGORÍA #3: ELIMINAR AL INTERMEDIARIO En lugar de enviarle instrucciones al virus, los investigadores inyectan código genético para una pieza del coronavirus directamente al paciente en la forma de ADN o ARN. Ventajas y desventajas Cada enfoque tiene sus ventajas y desventajas. El sistema del virus muerto es el más probado y confiable. Pero matar el virus puede alterar su forma. El sistema inmunológico puede entonces responder al virus de forma diferente de lo que haría con un virus vivo. Los medidores virales son una nueva estrategia, y no está claro qué tan bien funcionen los virus portadores de información para contrarrestar la enfermedad. En algunos casos, el hecho de que las personas hayan sido expuestas al virus, puede reducir su efectividad.